Blogia
josebenaventa

Canciones del 1er CD de música llanera del Poeta José Dionicio Benaventa Mirabal

 

LETRAS DE LAS CANCIONES DEL 1er CD. Titulado: AMOR DE HOLOGRAMA

 

  1. Amor de holograma.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

Que le ha pasado a mi vida,

la tengo toda revuelta,

al conocer la mujer,

la de medidas perfecta,

la que rompió mi rutina,

la que robo mi existencia,

Pero no puedo adorarla,

Pero no puedo quererla,

esta anclada en la pantalla,

de un computador de mesa,

que conjuga los colores,

y su figura proyecta (Bis).

Pero no puedo adorarla,

pero no puedo quererla,

esta anclada en la pantalla

de un computador de mesa.

Pero no puedo tocarla

pero no puedo quererla

porque su presencia esta

supeditada a una regla.

II

No pasa ningún instante,

que no este pensando en ella,

tengo su imagen clavada,

no niego que sea muy bella,

Pero no puedo tocarla,

pero no puedo quererla,

porque su presencia esta,

supeditada a una regla,

reflejada en holograma,

nada resuelvo con verla,

se fue con mi corazón,

puede ser que nunca vuelva (Bis).

Pero no puedo tocarla

pero no puedo quererla

porque su presencia esta

supeditada a una regla.

Pero no puedo adorarla,

pero no puedo quererla,

esta anclada en la pantalla

de un computador de mesa.

 

 

  1. El hijo de la llanura.

L: José D. Benaventa. M: Folclor (Joropo-Pajarillo).

I

Llanura venezolana, aquí se encuentra otro hijo, que se dedico a cantar desde que estaba muy niño, que mandaste especialmente a recorrer los caminos de la música llanera del vuelo del pajarillo, del cantar de guacharaca y la altivez del corrido, del sentimiento el pasaje y el contrapunteo ladino, que obra en pro del coplero audaz y bien relancino, así como lo soy yo, cantador reconocido, familia de Cantaclaro y hermano de Florentino, el que canto con el diablo y jamás salió vencido, herencia me toca a mí, soltar mi recio tañido y dejarme respetar como el chácharo chiquito, que dirige la manada con audacia y sin permiso, soy la centella del cielo, que me ven un momentito para venir a tumbar casas, palo y edificios, si me quieren conocer me llamo José Dionicio, mi padre Antero Ramón, hijo del llano infinito, mi madre que es doña Carmen, siempre dicta el veredicto, yo no sufro de arrogancia y en el canto que es mi vicio, el que me busca me encuentra y me pongo a su servicios.

II

 

Señores yo soy del llano, galopador del corrido, Barinés ciento por ciento y coleador de novillo, amansador de caballo y rápido por el cuchillo, cuando el toro esta mas bravo, me muestro mas agresivo, con el sombrero en la mano yo me bajo del estribo, para torearlo un buen rato y sentirme divertido, me echo tres palos de ron, para aclarar los sentidos y me voy al pie del arpa a cantar como les digo, y si veo una muchacha le canto con mas motivo, tengo en mi pueblo Arismendi, mi nombre es reconocido, bebo, toco, canto y bailo, no me la doy de sifrino, a los cantadores malos ahí mismo les doy retiro, los golpes que a mi me dan con destreza los esquivo, soy errante cantador y en los bailes siempre vivo, bueno señores me marcho con permiso me despido, me voy pero pronto vuelvo con mas versos de este estilo, me llevo un abrazo fiel de mi llano florecido, me lo da sinceramente porque me lo he merecido.

 

  1. Tu partida.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

Aún no salgo de mi asombro y mi cabeza revuelta,

la sensación la percibo no se si es una molestia,

cuando me comunicaste la noticia más funesta,

que te alejabas de mi, quedó el mundo sin respuesta (Bis).

Esa noche no dormí y en mi cama daba vuelta,

recordando los momentos felices que llevo a cuestas,

que la pasaba contigo hermosas son las vivencias,

como hago para sacarlas de mi mente ya maltrecha

Dame una sola razón y que mi alma la comprenda,

si solo con tu cariño se disipaban mis penas,

pero escuchar tus palabras difícil que las entienda,

ya mi pobre corazón, sus fibras están desechas.

II

Yo no quisiera pensar en vivir sin tu presencia,

es como quitarle al cielo el azul de su querencia,

mi pecho queda vacío solito con su dolencia,

solo por ti vida mía reclamándome tu ausencia (Bis).

Como será que ayer tarde fui a tomarme una cerveza,

tu rostro se dibujó hermoso con tu silueta,

en el líquido del vaso quedó tu imagen esbelta,

de un sorbo me la tomé que me mojo la conciencia.

Aún conservo aquella foto que la guardé en mi chaqueta,

la saqué y te contemplé, mirándote tu nobleza,

quise gritarte tu nombre, porque más bien no regresas,

si tu no estas a mi lado mi vida no esta completa.

 

  1. Parranda en la pantaleta.

L: José D. Benaventa. M: Folclore (Joropo-Cunavichero).

I

Este joropo llanero que lo compuse una tarde debajo de una enramada, sentado en una silleta mientras los demás bailaban, que se escuchaba el jipeo del arpa cuando tocaban.

Era una fiesta especial en la población de Aguirre donde la gente llegaba de toda la geografía contenta se concentraba en el estado Cojedes pa´ parrandear una semana.

Arpa de todos los tipos, con los arpistas efusivos saludaban se acercaban a la mesa dándose la bien llegada, con un trago de aguardiente, cachapa con carne asada.

Un sancocho de gallina, chigüire y cochino frito con la yuca sancochada, mientras templaban las cuerdas el gentío se arrinconaba para sacar la pareja cuando el músico empezara.

II

Amalaya quien tuviera una garganta bien buena, para cantar en la parranda, una memoria faculta repleta de remembranza para que tejiendo el verso nos dibuje la sabana.

Ya esta cayendo la tarde, con el rubor del ocaso, saludando la mañana, se escucha toda la noche el chinchinear de las aguas y los copleros botando los versos por la ventana.

Ah parrandon para bueno con tantas mujer bonita vestidas todas de gala, con camisas de cuadritos con la manga arremangadas, botas, sombrero y salcillos, blue Jean y caras pintadas.

La finca la pantaleta, 04 de agosto es la cosa, no se le olvide ese baile, estas fiestas tan vistosas parecen las patronales, donde se toca y se canta, se bebe y se come carne.

 

  1. Corazón De Madera

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

Mi corazón está herido por ilusión pasajera,

calle arriba y calle abajo, buscando una compañera,

mi vida no vale medio todo es una pensadora,

mi consuelo un trago e’ miche buscando alguien que me quiera.

Se fue y me dejó solito sin importarle si quiera,

que mi razón de vivir sin pensar en cantadera,

era vivir a su lado para que me comprendiera (Bis).

II

Que hago yo para olvidarla y dejar la bebedera,

si yo la quise bastante y ella fue una traicionera,

le pido a mi dios bendito que me guíe y que me comprenda,

que yo la quise bastante sin límites ni fronteras.

Entre todas las mujeres será siempre la primera

y si ella nunca regresa a mi vida lastimera

no soporto más dolor mi corazón no es madera (Bis).

 

  1. Me tirare al rio por tu culpa.

L: José D. Benaventa. M: Folclor (Zumba que zumba).

 

 

  1. No me molestes.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

No me molestes, deja mi vida tranquila,

Si es que me quieres, respeta mis sentimientos,

Ya me cansé de los puntos bajiticos,

Que los tenía, decías a cada momento.

Adiós que te vaya bien,

Perdóname si te hiero,

Cuando yo estaba a tu lado,

Te trataba con esmero,

Para que tu te sintieras,

Como viviendo en el cielo.

A cada rato decías,

mañana me voy, no vuelvo,

no quiero seguir viviendo,

sumergida en este infierno,

y cumpliste tu palabra

aquella noche de invierno.

II

Cuando te fuiste, me dejaste solitario,

No te importó, el hogar quedó deshecho,

Tantos recuerdos tirados en la basura,

Como poder descifrar aquellos hechos.

Si ayer te quise bastante,

No es mentira, no lo niego,

Tu sabes que mi cariño,

Era puro y muy sincero,

Hoy quieres darme tu amor,

Lo siento ya no lo quiero.

Cuanto tiempo que paso,

Esperando tu regreso,

Cuantas lágrimas están,

Envueltas en mi pañuelo,

Que lloré con las canciones,

Que canta Jorge Guerrero.

 

  1. Las proezas de un llanero.

L: José D. Benaventa. M: Folclore (Joropo-Catira).

I

Señores los que me escuchan voy a ser un reportero, para llevarles a ustedes, lo que ayer paso en mi pueblo, se trata de un hombre recio, muy cortés y caballero, Barinés ciento por ciento, cantador y parrandero; me cuenta la gente adulta que compartieron entre ellos, las proezas y hazañas de este grandioso llanero,, cuando habían las vaquerías, lo buscaban de primero, porque él era el mejor lazo que habías por todo el sendero, la sabana fue testigo de sus mejores momentos, cuando un toro le partía engañando a los vaqueros, tres espuelazos al caballo y un chaparrazo certero, sus compañeros de trova se paraban para verlo, la calidad de jinete y ansías de buen llanero, ya tramoleando su soga por encima del sombrero, el cachilapo corría como si fuera contento, porque estaba a costa e´ monte y volaba como el viento, cuando sentía aquella soga que le caía por el cuello, la gente se sonreían, se miraban entre ellos, porque era una maravilla, observar lo que ellos vieron, cuando el torete templaba y rodaba por el suelo.

II

Voy a seguirles contando para que escuchen el resto, un llanero como este si ha nacido esta pequeño o si no todavía esta en el vientre materno, este llanero de cepa a lo mejor conocieron y para quienes no lo hayan visto, todavía pueden hacerlo, hoy tiene 85 años, pero no se pone viejo, se echa palo y juega bolas, llanero es siempre llanero, hoy vive tranquilamente en suelo carabobeño, reviviendo tiempos viejos, al lado y junto a su esposa, de sus hijos y de sus nietos, pero vive recordando la llanura con sus versos, la que lo miró crecer jugando con los becerros, haciendo mil travesías de noche y hasta lloviendo, porque los hombres del campo, si son llaneros completos, este hombre de recia casta sigue el rumbo del sendero, la vida le ha regalado lo que siempre se ha propuesto, si quieren saber su nombre, se lo anunciaré en el verso, su apellido Benaventa y su nombre Don Antero, valioso aporte del llano que salido de mi pueblo

 

  1. Que grande fue tu llegada.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

Que grande fue tu llegada, tu presencia despertó una reacción duplicada,

estremeciendo mi pecho como bestia desbocada.

Cupido llegó contigo apuntó mi corazón con su flecha envenenada,

con una dosis letal de amor puro disparada.

La luna como testigo cómplice de tu jugada, seducida se quedó,

se durmió en la llamarada y en ese fulgor tal lindo,

de tu semblante brotaba extasiado me quedé al contemplar tu mirada.

no hay duda mujer bonita fue perfecta la emboscada,

no fue posible te digo, que de tu red me escapara si pusistes de señuelo

luceros de madrugada, tu sonrisa como anzuelo y tu boca de carnada.

II

Rompistes con las cadenas, por primera vez te vi y aunque el amor lo negaba,

ahora si estoy convencido de mi verdad equivocada.

Gracias por llegar a mi, silente y sin condición, sin mediar ni una palabra,

así tu me enamoraste esa noche de velada.

Partimos juntos los dos la ilusión nos reclamaba, que hermoso fue todo aquello,

aunque no estaba en tu cama, sentí tu pasión ardiente, mi vida se deslizaba,

en un delirio que tuve soñaba que te abrazabas.

Tanto derroche mi vida, quedó grabada en mi almohada cuando por primera vez,

recibistes mi llamada que sonaron campanillas y las flores deshojadas,

dándole gracias al señor que grande fue tu llegada.

 

  1. Camino de madrevieja.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

I

Camino de angosto trecho de hojas secas y polvareda,

Hace tiempo no pasaba como cualquier centinela,

Cuidando que la pajilla no te cubra la vereda.

Camino viejo del río donde los pájaros vuelan,

Las manadas de ganados y las bestias que se acercan,

A las cristalinas aguas que el verano no la seca.

Es un canto para ti, ya casi nadie se acuerda,

De cantarte serenatas y pasear con las muchachas,

Es un honor para mí.

II

Camino real de mi pueblo porque te olvidan así,

Solo queda la nostalgia desde aquel día que me fui,

Recordando el apamate, flores blancas y carmesí

Camino de anchos recuerdos cuando cantaba el paují,

Cristofué, aguaitacaminos, guacharaca y colibrí,

Como olvidar los motivos si yo también los viví,

Remembranzas que me quedan grabadas en mi memoria,

Como olvidarte camino si evoco con un suspiro,

mis pensamientos que vuelan.

 

  1. Un día de éstos.

L y M: José D. Benaventa. (Pasaje).

 

  1. El Gabán Pluma Jaba

L: José D. Benaventa. M: Folclor (Joropo-Gaban).

I

Señores tengo un gabán que tiene pluma jabá y que se peina el copete de media luna pa’tras, se viste de liquilique con alpargatas motías, usa un cuchillo en el cinto con la cacha colora, una escopeta e’ pitón que se la dio su papá, un reloj de oro cochano y una ruana anaranjá, de montura siempre carga la bestia bien aperá, chácara e’cuero caimán de plata bien abomba aunque sus panas le dicen que la carga es abulta de puro papeles viejos, periódicos y algo más, se la tira de fantoche ya no quiere saluda, a las muchachas del pueblo las tiene toda acosa, les dice que tiene casas de alquiler en la ciudad, una camioneta nueva donde las piensa pasea, diez camiones ganaderos que se acaba de compra porque y que tiene mas plata que la mama e’ Satanás

II

Este gabán malicioso tiene la espuela amolá, aquel que se le descuida no pierde oportunidad de sacarle los billetes pa’ beber y parrandea, se mete a los botiquines y se pone a camorrea para no pagar la cuenta que se acaba de tomá, pero todos los conocen por su manera de actuá, le han montado varios peine para poderlo agarra pero como es tan bellaco, no se deja amilana, el otro día lo agarraron y le echaron una mania, pero no tuvo problema para poderse librá, cuando se siente acosado se recuerda e’ su mama, llora como un carajito pa’ que lo puedan soltá, cuando logra su objetivo se suelta la risotá, alza el vuelo rapidito boqueándole la quijá, se formo una comisión para poderlo caza, ofreciendo recompensa a quien lo pueda encontra, pero nadie se ha atrevido por miedo a su integridad, porque el gaban prometio y lo acaba de rega, que quien se meta con él tiene muerte asegurá.

 

0 comentarios